La importancia de detener la feminización del sida y la violencia de género que padecen quienes están infectadas


Alrededor de 15.4 millones de mujeres conviven en el mundo con sida.
América Latina es la zona donde la infección de VIH está aumentando con mayor celeridad, hecho que tiene que motivar más aún a los gobiernos y organizaciones que están atentiendo el tema para incrementar los esfuerzos para combatir y atender el síndrome.

Naciones Unidas da cuenta que en América Latina 1.6 millones de personas padecen sida.Y que los países más afectados con esta pandemia son los del Caribe, donde se presentan cerca de 230 mil infectados.

La Asesora regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Raquel Child, explica que los países centroamericanos con mayores casos de infectados son Haití, República Dominicana, Honduras y Guatemala.

“Es una situación muy compleja la que se presenta en estas zonas del Caribe ya que la mayoría de mujeres con VIH han sido infectadas por sus parejas estables y éstas sufren una doble discriminación: el hecho de ser mujeres y estar contagiadas”, habló Child.Eltema ha cobrado Durante los últimos años, en las agendas políticas de América Latina, gobernantes y organizaciones han tomado conciencia de la importancia de incentivar programas para atender la problemática pero no es eficazmente.
La IV reunión de la asociación, que se efectuó en República Dominicana durante el 27 y 28 de marzo, discustieron la importancia de detener la feminización de la epidemia, la violencia de género que padecen quienes están infectadas y la importancia de que los líderes de la región se comprometan a trabajar en el tema.
De la urgencia por buscar soluciones para tratar la enfermedad surgió en 2006 la coalición de primeras Damas y Mujeres líderes de América Latina sobre mujer y sida.
“Es muy importante prestar más apoyo a las mujeres que padecen la enfermedad, invertir más dinero en los programas contra el sida, crear leyes y políticas que afirmen y protejan sus derechos porque aún se requieren grandes esfuerzos”, declaró Patricia Pérez, secretaria general de la Comunidad Internacional de mujeres viviendo con VIH-sida, ICW-Latina.

Según la organización, las desigualdades de género y la condición desventajosa de la mujer son los principales factores que favorecen la propagación del VIH.

Las principales vías de transmisión del síndrome en la región son la falta de protección en las relaciones sexuales, en especial de hombres con hombres. Aunque la falta de protección de las prostitutas es uno de los factores significativos en la transmisión, Child dijo que este factor ha disminuido notablemente.

“Cada vez son menos las trabajadoras sexuales que se infectan de la enfermedad. “Ellas han adoptado una actitud muy responsable frente al tema y trabajan cada vez más en la prevención”, precisó Child.

La epidemióloga de UNFRA explica además que existe una mayor propagación del síndrome en las poblaciones vulnerables y que el fenómeno afecta cada vez con mayores porcentajes a mujeres y niños.


Haití, el Caribe anglófono y Centroamérica son las zonas más afectadas por el VIH y el sida, donde dos de cada cinco personas tratadas desarrollan la mortal enfermedad.

En el mundo la epidemia afecta más a personas pobres, aunque en Latinoamérica la
proporción más baja de afectados se da dentro de las clases económicamente mejor posicionadas.

El estudio “vidas vividas en riesgo”, reveló que la violencia a la mujer aumenta el riesgo de adquirir sida, al tiempo que portar el virus genera más agresiones contra de las infectadas.
La representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFRA) en Guatemala, Nadine Gasman, dijo por su parte que “para las mujeres del mundo y las de nuestra región, su casa y su cama no son lugares seguros, por lo que es esencial dar mensajes claros y directos sobre la prevención con el uso del condón”, advirtió Gasman durante su intervención en el evento.

Por su parte, la Asesora Regional del Fondo de las Naciones Unidas, UNFPA, en República Dominicana, Bethania Betances, aseguró que el estudio Vidas vividas en riesgo, que realizó recientemente en la nación centroamericana, reveló que la

violencia a la mujer incrementa el riesgo de adquirir sida, al tiempo que portar el virus provoca más agresiones de sus parejas sentimentales en contra de las infectadas.

“La violencia infantil marca la vida de infinidad de mujeres y limita su capacidad de incorporar prácticas sexuales seguras.

“Provoca salida temprana del hogar, abandono de los estudios y elección de pareja, buscando afecto no recibido o seguridad económica”, manifestó Betances al presentar el análisis.

Fuente: milenio.com

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