La elección de un obispo nos señala la peor tradición de la Iglesia, autoritaria y oscurantista nadie sabe cómo son elegidos sino sugeridos no hay transparencia en el acto. El nombramiento de Barros agrede.
La elección del obispo Barros es una vergüenza de la Iglesia no hay una relación viva con Dios y con su Palabra.
¡Por Dios que mal estamos!
— Carol Crisosto Cádiz (@Carolonline) enero 12, 2015