Carol Crisosto Cádiz

El presidente Piñera nos da a entender que dando un bono por hijos/as se podría resolver el problema demográfico que se presenta en la actualidad, cosa con la cual estoy en desacuerdo. Pero por cierto, las mujeres chilenas tenemos derecho a decidir qué hacer con nuestro útero, y este anuncio del bono por el tercer hijo solo nos refrenda una actitud patriarcal simplista y caricaturesca, premiando la producción de bebés. El hecho de pagar por tener hijos sólo está en la mente comercial de quien nos dirige pero la vida humana no tiene precio, señor presidente.

Hace pocos días, tuve la oportunidad de leer en una revista couché como gran suceso acerca de una Pastoral de la diversidad sexual que a ojos de mucha gente ha sido todo un escándalo sobre todo en el ámbito conservador de la Iglesia.  Debo confesar me encanta que haya pasado, ya que con este tipo de acciones se nos va abriendo el abanico respecto al Dios que profesamos los y las católicas en la creencia de un Jesús inclusivo que nos anima a seguirlo tal cual somos.  Teniendo siempre presente que la tradición cristiana a lo largo de los siglos ha tenido un calificativo para el comportamiento homosexual como el de una perversión. Pero estos prejuicios inconscientes o no , han sido solo el resultado de una educación tendenciosa, en la religión misma o de las actitudes inculcadas por la sociedad, que al fin y al cabo han constituido una grave injusticia contra los homosexuales haciendo poco posible su aceptación en la Iglesia.  Como no ser parte de...