Hay que excomulgar a Jesús
Diario de mujer La Iglesia católica atraviesa una crisis de una amplitud desconocida desde hace muchas décadas. Esta crisis es tan profunda que su credibilidad se ha resquebrajado en todos los círculos: en el de los no católicos, en el de los católicos culturales y en el de los fieles practicantes. La Iglesia no es víctima de una agresión exterior: las causas de sus males actuales no provienen de los “enemigos de la fe” ni de los anticlericales. Dos graves cuestiones, que dependen de la responsabilidad de su jerarquía, han actualizado brutalmente sus contradicciones: el levantamiento de la excomunión de cuatro obispos integristas, de los que uno mantiene posturas negacionistas, y la excomunión, casi simultánea, por el arzobispo de Recife, a una madre y a un equipo de médicos tras haber practicado un aborto a una niñita de 9 años embarazada de gemelos, víctima de violaciones, y cuya vida estaba en peligro. A esto hay que añadir las declaraciones que Benedicto XVI acaba de realizar en el...