Angelo, el purpurado que vacacionaba en Bucalemu con Pinochet
sábado 29 de septiembre de 2007 Angelo & Raúl por Pablo Azócar Ayer los cocodrilos se vistieron de gala y se sentaron en la mesa. En la nave central de la Catedral de Santiago, con todo su peso emotivo y simbólico, ejecutaron un acto de impostura perfecta. El arte de la diplomacia es el arte de las omisiones, las elipsis y los silencios. No se le puede exigir a un diplomático que diga la verdad y nada más que la verdad, pero sí que no mienta al descampado. Sólo en la erótica narcisista de la omnipotencia, cuando hay una pizca de más de sensación de impunidad, los embajadores pierden las formas. Angelo, un diplomático proprio vaticano con la piel muy gruesa y seca, ayer las perdió todas. Lo que ocurrió en el templo mayor de la iglesia católica chilena fue sencillamente carnicero, bestial. Angelo, el purpurado que vacacionaba en Bucalemu con Pinochet, el sigiloso operador que fue fotografiado riendo con un ministro del Interior mientras tres sacerdotes eran expulsados del país, presi...