Aprender a esperar

Image Hosted by ImageShack.usEste Domingo 2 de diciembre, la Iglesia celebró el primer Domingo de Adviento. Es bueno tener presente cual es el verdadero sentido que tiene para nosotros y a la vez inculcar en nuestros niños y jóvenes este tiempo de reflexión.
1. Aprender a esperar

El tiempo del Adviento nos quiere ejercitar en una virtud cristiana básica: La esperanza. Cada año la iglesia entra en este santo tiempo y aprende a esperar al Señor:

Con la misma ilusión con que un estudiante espera sus vacaciones.

Con la misma intima emoción con que una madre espera a su hijo.

Con la misma urgencia con que el surco abierto y reseco espera la lluvia, la Iglesia espera la venida de su Señor.

Cada año cobra actualidad el Adviento porque siempre necesitamos la Venida de Dios en nosotros, y nos hace falta aprender a esperarle.

Como también nosotros, los cristianos, podemos ir perdiendo a lo largo del año la sensibilidad por lo divino, nos conviene que el Adviento nos despierte el apetito de los bienes que verdaderamente valen la pena. Nos hace bien el matricularnos en la escuela de la esperanza, poniéndonos por delante la meta del encuentro Salvador con nuestro Dios.

2. Testigos de la esperanza

En un mundo que progresa sin cesar, que se supera así mismo en un mundo que, a pesar de todo ello, no puede quitarse de encima la angustia y la inquietud, los cristianos somos invitados en el Adviento a practicar la espera de los bienes divinos, y a dar testimonio de nuestra esperanza ante los ojos de la sociedad.

¿Cuantas cosas ansían los hombres?, ¿cuantos "mesianismos" ilusionan los corazones humanos? Nosotros tenemos que superar dedicadamente el plan material y alimentar nuestra esperanza con el único objeto que puede satisfacerla: la venida de Jesús. El salmo 24 resuena desde el primer día del Adviento: A ti, Señor he levantado mi alma; por encima de los afanes de cada día y de las aspiraciones meramente terrenales, nosotros esperamos a Dios mismo.

3. ¿Qué es lo que esperamos?

La pregunta brota espontánea al intentar vivir concretamente el espíritu del Adviento: ¿Qué objeto tiene nuestra espera?, ¿De qué venida se trata el Adviento de este año? El pueblo de Israel estuvo durante siglos y siglos esperando al Mesías. Los textos de Isaías, que durante estas semanas leeremos, tienen como objetivo directo el gran acontecimiento: la llegada del Salvador. Pero nosotros vivimos en el nuevo testamento.

Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Cristo nació de María Virgen y apareció entre nosotros. Desde que Él llegó todo ha cambiado en la historia: Vivimos el tiempo de Cristo. Seria simplemente una ficción inútil o una comedia

El rezar y cantar como si Cristo no hubiera venido ya.

El pedir a Dios que nos envíe al Mesías como si no hubiéramos sido ya salvados por Él.

Eso no lo pretende ciertamente el Adviento. El nacimiento de Jesús en Belén lo recordamos gozosamente, celebraremos su aniversario y aprenderemos las entrañables lecciones que sus protagonistas nos enseñaron.
  ¿Qué es lo que debemos esperar los cristianos en este Adviento del año 2006?
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