La Gracia sobreabundó en el ministerio de Don José Manuel Santos





COMO DESCRIBIR A UN SANTO en la persona de Don José Manuel Santos Ascarza, mereciendo el comprender desde la practicidad la encarnación de la palabra que da vida siguiendo al evangelio.
De traer a Cristo liberador para dar vida al oprimido.
No olvidemos cristianos, que todos estamos llamados por voluntad y sin merecimiento, por pura gracia y misericordia de nuestro Padre obrar como hijos auténticos, no de papel sino de acción.

Somos testigos de Jesús, debemos en vida hacer efectivo este compromiso amoroso, sembradores de la amistad en Cristo tal cual a lo largo de su vida lo llevó Don José Manuel.

Nos encontrábamos en una tibia mañana en el interior de la imponente Catedral de la Santísima de Concepción, despidiendo al "Carmelitano" Santos; se percibía entre los asistentes sus actitudes serenas, contemplativas, rumiando en el silencio de lo corazones a Monseñor; reconociendo en su humildad, obediencia y observancia la encarnación del Evangelio; con los ojos fijo en Cristo, la de examinar siempre los hechos desde la verdad que trae Cristo al mundo que fue su lección de amor.

La Catedral de Concepción junto a su pueblo fue testigo permanente del sufrimiento en tiempo duro en los 80s, en ese entonces nuestro Pastor conducía esta arquidiócesis de la Santísima que convivía grandes confrontaciones, pero frente al peligro y la adversidad nunca dejó de salvaguardar al ser humano como fuese; era quien tomaba lo que se creía indefendible y hacia frente al opresor, nunca le hicieron callar más no consiguieron amedrentarlo por comprometerse en la defensa de los injusticiados, su servicio estuvo en mostrar la verdad.
Nunca se le pudo comprobar que mentía cuando alzaba la voz en las cortes de justicias; en los medios, etc. Él se lo pudo jugar y fue el todo por el todo.

Recibió sanciones morales dentro de la misma iglesia, cómo podía este pequeño gran hombre desacreditar el actuar de los militares y seguir discutiendo en contra de sus malos actos, sin embargo, su inquietud permanente durante su episcopado en Concepción fue la mayor defensa de los Derechos Humanos, muy incomprendido por la curia y parte del pueblo católico.

En la homilía noté a Monseñor Goic, tan emocionado, dejando ver su sentir, no tenía porque ocultarlo; dijo que Don José Manuel cierta vez escribió: Para ser pastor necesitaba conocer a todas la ovejas de su rebaño, sino lo hacia es porque no sabia amar… Y VAYA QUE SUPO AMAR.
Santos una vez le dijo a Goic algo muy profético y muy convivencente que deben haber locos que urgentemente se la jueguen por la santidad no solo para el clero, monjas, sino especialmente por los jóvenes.

Santos practicó el hacer decir y actuar constantemente.
La pasión central fue estar fuertemente CONVENCIDO lo bien amado por Jesús, como San Pablo, pregonar al Señor como un servidor de Jesús, para eso el había nacido .

Goic nos contaba, tal como se pregona en la última Conferencia General del CELAM en Aparecida: Conocer a Cristo, es el mejor regalo que puede recibir en la vida cualquier persona ,haberlo encontrado es lo mejor de nuestra vida y darlo a conocer con nuestras palabras y obras es nuestro gozo
Esta buena nueva de todos modos debe darse a conocer por entero, Santos lo hizo una y otra vez..

¿Cómo no gritar a toda voz que Cristo vive al contemplar la fuerza y la osadía de muchos solo defendiendo a los que son aplastados y humillados, a los pobres marginados y desplazados de la sociedad?
Esa fuerza es la del Espíritu de Jesús Resucitado, la que indica el caminar en Cristo para ser generadores de vida en este mundo.

Esa fue la de nuestro querido Peregrino Santos, que se nos ha ido a la casa del padre, pero antes de su partida con su vida, él fundió su existencia con Cristo mostrándonos que un mundo mejor puede ser posible si somos capaces de intervenir el mundo con las armas del Buen Padre, misericordioso , solamente con la verdad de los hechos. Así fue este hombre de fe viva, de oración diaria y perseverante por Cristo.

Santos, repito lo hizo, nos deja un legado que nos abre a la luz de la fe la esperanza contra toda desesperanza; tenía hambre y sed de justicia, asimismo pureza de corazón . No obstante es ley divina denunciar lo injusto, lo que nos oprime y nos crucifica.
Ante Cristo crucificado y resucitado manifestamos que el creyente constantemente confía en la justicia superior que no está deshonrada por el provecho y la soberbia de los poderosos sino garantizada por un Dios Creador que atenderá la súplica de los fieles; que levanta del polvo al oprimido y de la basura al infortunado; que la negación junto al fracaso se convierte en victoria y el rechazo en acogida.

Fue capaz de entregarse obedientemente al Padre; dispuesto a morir por amor a los hermanos y no pretendió bajarse de la cruz para salvarse, estuvo dispuesto a morir, no sólo a manos de los que decían ser enemigos sino a favor de ellos; para que descubrieran que el amor puede lavar su odio y rescatarlos de su maldad que para construir un mundo fraterno y equitativo; fue un obispo dispuesto a perdonar y a reemprender frecuentemente el difícil camino de la reconciliación en nuestro país, pero nunca en el silencio cómplice frente a la injusticia, sino en la palabra que proclama que la violencia no tiene futuro; pues la agradable concordia, la paz entre los hombres son los consecuencias de un diálogo compartido que busca el derecho que todos tenemos de existir como distintos y desiguales sin anularnos, despreciarnos o aplastarnos unos a otros.
La fidelidad al Sr., a la verdad le trajo a Moseñor mucha incomprensiòn.
Goic, mencionó a Gregorio de Magno Doctor de la Iglesia Latina quien indicaba el reproche de algunos pastores demasiado prudentes que no se atreven hablar de libertad por no perder la estima de sus ovejas, pero a Monseñor no le vino ese reproche, porque la verdad hace libre a los hombres

Pero Santos llamó a las cosas como son sin encubrir la realidad ni manipularla.
Este pastor fue un profeta, denunció lo que quebrantaba el plan de Dios, a él se le creyó, sus palabras eran escuchadas con respeto y atención.

Un samaritano de los Derechos humanos, en medio de la oscuridad reflejó la luz de nuestro Señor, con sabiduría e inteligencia, protector de los perseguidos, preocupado por la paz de la Patria.

Un Pastor que liberó a través de su corazón el cariño por su amada iglesia para darnos vida en Cristo.

Un defensor de la dignidad humana, de la sagrada vida sencillamente Cristo vivió en Él. Gracias por tu paso amado peregrino José Manuel.


Carol Crisosto.

Homilía de Mons. Goic en Exequias Mons. Santos.
Audio Homilía
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Concepción, 17 /09/07


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