La mentira se ve en el rostro



¿Cómo podemos saber si alguien está mintiendo o no?
Detectar a los mentirosos puede ser una tarea difícil y la mayoría de la gente, especialmente los que están más motivados para cazar mentirosos, son particularmente malos en ello.

En la University de Dalhousie se alega que el rostro puede ser interpretado de manera novedosa en busca de las emociones.
En julio de 2005 Michael White, entre miles de lloriqueos solicitaba que localizaran a su desaparecida esposa. Posteriormente, ante la supuesta ineptitud de la policía, organizó una rastreo liderado por él mismo que dio derechamente con el cadáver de su mujer afueras de la ciudad. Pero al pasar los días fue acusado de ultimar a su esposa. Había estado mintiendo todo el tiempo.

¿Cómo saber cuando se están mintiendo?



En el laboratorio de psicología forense de la U. de Dalhousie , trabaja un grupo dirigido por Stephen Porter quienes determinan que la cara delata al mentiroso si se es capaz de descifrar las emociones que muestra. Estas signos a interpretar no son los archiconocidos tipos en que creemos, como un pestañeo continuo de los ojos o tener la frente húmeda.
Las señales son más sutiles, hay unas arrugas breves, que dejan escapar las emociones a través del rostro.
Este grupo comprobó con éxito sus ideas con los vídeos grabados a White. Analizando esos vídeos, fotograma a fotograma, comprobaron que mostraba señales de indignación y rabia en su rostro que pasaron desapercibidas al resto de la gente.
El rostro humano tiene una musculatura muy compleja. Hay algunos músculos en la cara que simplemente no podemos controlar conscientemente y que solamente se activan bajo emociones genuinas.
Si alguien está diciendo una mentira realmente grave, que implique que pueda ir a la cárcel o no, ésta se manifiesta de todos modos en el rostro.
A diferencia del lenguaje corporal que podemos controlar si tenemos mucho cuidado, no tenemos un control total sobre nuestro rostro.
La investigación se realizó experimentalmente basándose en el análisis de las caras de la gente cuando fingen o inhiben emociones. Un artículo (”Identifying Concealed and Falsified Emotions in Universal Facial Expressions”) basado en esta investigación se publica en el número de mayo en Psychological Science.
Representa el primer estudio amplio que revela las emociones secretas a través del rostro humano: alegría, tristeza, indignación y miedo.
Además comprobaron la hipótesis de Darwin, que en 1872 propuso que ciertas acciones específicas del rostro humano no pueden recrearse a voluntad si no hay emociones genuinas.
En el curso de la investigación de Porter y colaboradores se solicitó a unos voluntarios que vieran imágenes que se correspondían con sentimientos variados, como una foto en la que apareciera alguien jugando con su mascota (en este caso se representaría alegría), y que correspondieran con una expresión genuina o fingida.
Por ejemplo, tenían que sonreír cuando veían una foto de algún suceso grave. Las reacciones, grabadas en vídeo, fueron juzgadas por otros voluntarios que no podían ver las fotos.
Después de analizar 697 vídeos y 100.000 fotogramas llegaron a la conclusión de que ningún participante pudo fingir perfectamente sus emociones.
Aunque algunas emociones fueron más difíciles de fingir que otras; así, fingir alegría era más fácil que por ejemplo miedo.

Los investigadores fueron capaces de discernir microexpresiones, flashes de emoción verdadera que se mostraban brevemente. La mayoría de estas manifestaciones de emociones inconsistentes se mostraban solamente en la parte superior o inferior de la cara.
Algunos músculos se activaban a veces inesperadamente, incluso durante las emociones genuinas, lo que significa que la interpretación correcta sólo puede darse cuando se siguen las preguntas adecuadas.
Es de suponer que los guionistas de la famosa serial CSI ya tienen un nuevo argumento para algún episodio.
Fuentes y referencias:
Dalhousie University






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