Después de los 40 años la mayoría de las mujeres despiertan sexualmente, son capaces de entregarse a la experiencia con amor y deseo



Después de los 40 años la mayoría de las mujeres despiertan sexualmente, son capaces de entregarse a la experiencia con amor y deseo. No están reprimidas por las obligaciones con los hijos puesto que ya son mayores, ni por la sociedad. La relación de pareja es más profunda y de más calidad aunque la frecuencia disminuya.

Muchas mujeres, cuando sus hijas e hijos son adolescentes o jóvenes, empiezan a tener mas tiempo para ellas y se dan cuenta que pueden tener más u otras experiencias sexuales, que su vida sexual puede tener un toque distinto y gratificante. Tienen un mayor espacio para sus intereses personales y para el descanso y todo ello puede producir un reencuentro erótico entre la pareja.

El deseo se manifiesta de una forma mas tranquila, la necesidad física es mas interiorizada. Las relaciones sexuales, en esta etapa de la vida, aunque sean más espaciadas, pueden llegar a ser muy eróticas. Dado que los hombres se excitan muy fácilmente con la vista, la mujer puede usar esta preferencia potenciando su lenguaje corporal. Para intentar atraer la mirada de la pareja hacia las partes más atractivas hay diversos gestos: humedecerse los labios, acariciarse sutilmente el cuello, cruzar y descruzar las piernas, mirar profundamente y sin pausa...

Puede usar una actitud que el hombre confunde con facilidad con la sumisión lo cual despierta un enorme interés en el sexo contrario: bajar la cabeza y mirarle de abajo arriba, abrazarse el cuerpo con gesto de indefensión, ser intensamente femenina.

Hay otros gestos que indican que se quiere un acercamiento: rozarle como si nada, apoyar una mano sobre su hombro de forma confiada, pasar el brazo por el respaldo del sofá donde él se apoya, sentarse enfrente suyo rozando las rodillas con las suyas...


Hablar con la pareja sobre los gustos propios y sobre las necesidades y fantasías. Aunque no lo parezca, en esta etapa muchas cosas pueden empezar. Es muy importante conocer los gustos de la pareja y qué zonas son las más erógenas. Seguidamente damos un listado con el grado de excitación que producen:


Precalentamiento
Planta del pie
Nuca
Cabello
Clavícula

Calentamiento
Mano
Palma y zona interdigital
Región lumbar sacra
Super calentamiento
Zona límite entre tórax y abdomen
Glúteos
Interior del muslo
Axila


Ardiente
Labios
Cavidad bucal
Lóbulo de la oreja
Pezón

En llamas
Pene
Glande
Escroto
Testículos




El sexo mejora con la edad, existe un abanico interminable de posibilidades y el secreto está en ir experimentándolas sin prisas. Un matrimonio de décadas no significa rutina sexual ni aburrimiento, puede ser una aventura constante.

Saber utilizar la experiencia, no sólo en materia sexual, sino también poniendo en práctica la conversación sin tabúes, permite descubrir ciertos aspectos de la sexualidad que no se conocían e incluso se puede abrir una ventana a una renovación infinita.

Experimentar, explorar, preguntar, liberarse de los prejuicios... Descubrir sensaciones desconocidas, no sólo en el aspecto sexual, sino también en el terreno emocional.

El sexo es una forma de llegar a la plenitud. Las maneras de estimulación son tantas y tan diversas como personas hay en el mundo. Dedicar tiempo, fomentar la intimidad con la pareja y renovar el “escenario” son puntos muy importantes para iniciar un cambio.

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