Esta tarde me sentí mirado como oveja negra en un grupo de cristianos. Sentí una rebeldía profunda al ver sus ojos duros, su aire escandalizado


Esta tarde me sentí mirado como oveja negra en un grupo de cristianos.
Sentí una rebeldía profunda al ver sus ojos duros, su aire escandalizado...
La vehemencia de los profetas se atropellaba por salir de mi corazón a los labios.
Estuve a punto de llamarlos fariseos hipócritas; pero algo en mí me retuvo, Señor.
En un instante comprendí que sólo Tú puedes juzgar.
Si yo quiero tu misericordia para mí, debo tenerla para mis hermanos.
Y he aquí que estoy de nuevo ante Ti deseando perdonar puntos de vista tan opuestos a los míos
.

Sin abdicar de lo que yo creo justo, sin llamar sí al no, y no al sí, vengo a Ti a aprender mansedumbre.
Ayúdame a no corresponder mal con mal.
No te pido nada más por ahora.
No soy capaz de sentir simpatía por ellos y me imagino que Tú no me pides tanto.

Para otra vez será.
Amén.
Testigo de la Violencia y la Humillación. Esteban Gumucio ss.cc.

Entradas populares