¿Que significa izar la bandera al revés?

El 21 de septiembre de 1949, el buque aviso de la armada argentina "Fournier" zarpó desde Puerto Belgrano con destino a Ushuaia. Una semana después, no se tenían noticias de la nave.
Solamente podía haber tomado dos rutas: una era la que le correspondía seguir, esto es, por el océano Atlántico hacia el sur, entrando por el canal Beagle hasta su puerto de destino; la otra era ingresar al estrecho de Magallanes por su boca oriental, navegarlo hasta más al sur de Punta Arenas e internarse por los canales chilenos, para lo cual requería autorización de nuestro país y necesitaba esgrimir algún motivo que justificara seguir esta ruta.

La marina argentina solicitó a su congénere chilena su ayuda para ubicar al buque extraviado, pero se mantuvo hermética a las consultas que se le hicieron acerca de la ruta que habría seguido o si había dado alguna posición con posterioridad a su zarpe. En la época eran frecuentes las incursiones de buques de guerra argentinos y el uso clandestino de nuestros canales fueguinos para llegar a Ushuaia.

La Armada de Chile destinó al patrullero "Lautaro", al mando del capitán de corbeta Hugo Alsina, a un intenso plan de búsqueda por toda la zona. Se daba por descontado que si el Fournier hubiera seguido la ruta que le correspondía, por el Atlántico bordeando la costa argentina, no habría tenido sentido pedir la cooperación a nuestra armada.

Durante varios días la nave patrulló un sinfín de canales, islas y pasos, sin encontrar vestigio. Argentina solicitó autorización para enviar a los canales chilenos otros buques que ayudaran a la búsqueda, formándose una verdadera flotilla que comenzó con tres embarcaciones y terminó con ocho.

El Lautaro, buque dueño de casa, y su comandante, mejor conocedor de la zona, tomaron la dirección de la rebusca, distribuyendo diariamente a cada uno de los participantes los patrullajes a realizar.
Hacía catorce días que el patrullero chileno había zarpado de Punta Arenas sin que se hubiera hallado algún indicio de lo sucedido. El hecho causó gran frustración, pues no era frecuente que una nave con 69 tripulantes a bordo desapareciera sin dejar rastro alguno.


Un día fondearon en un puerto de la zona el Lautaro y cuatro buques argentinos para dar cuenta de las labores desarrolladas ese día y planificar las de la jornada siguiente.
El comandante del buque aviso argentino "Spiro", gemelo del Fournier, comentó en forma jocosa y burlona que cuando pasaba frente a una caleta donde había una casa, vio que un poblador, despistado e ignorante tenía izada una bandera chilena al revés; es decir, con la estrella hacia abajo y el rojo arriba.
Los oficiales chilenos, al oír lo anterior dieron un salto y le explicaron al argentino que no era un descuido, sino que estaba pidiendo auxilio, cosa que no se podía hacer con la bandera argentina, pues en ambas posiciones luce igual.

El Spiro fue mandado al lugar donde se había observado el pabellón al revés y despachó un bote hacia la caleta. Allí vivía un poblador que les relató que veinte días antes había visto pasar un bote arrastrado por la corriente, por lo que había echado su chalana al agua hasta alcanzarlo, encontrando en su interior dos cadáveres que luego enterró. Un par de semanas después, al ver pasar naves frente a su casa, izó la bandera al revés para pedir auxilio.


Con el apoyo de aviones de la fuerza aérea se filmaron los canales cercanos al hallazgo
La película mostraba una imagen difusa de algo parecido a una balsa en la costa, con figuras humanas en su interior.
El Lautaro se dirigió al lugar, encontrando a unos veinte metros de la costa una balsa con cinco cuerpos sentados en la borda, abrazados unos contra otros, ataviados con capotes y ropa gruesa. Habían muerto por hipotermia antes de llegar a la playa.
Era un hecho que el Fournier, violando la soberanía chilena, se había internado subrepticiamente por los canales fueguinos. Se trataba de un buque construido en Argentina hacía diez años, de mala estabilidad transversal, empeorada por la gran cantidad de carga que llevaba en cubierta.
La investigación del accidente llegó a la conclusión que la nave se dio vuelta de campana al ser golpeada por una serie de olas de gran tamaño, generadas en el seno Magdalena a causa de una fuerte tormenta.

Al volcarse, sólo pudieron saltar o caer al mar los hombres que iban de guardia en el puente, cuyos cadáveres se encontraron en la balsa. Algunos tripulantes que estaban en pie a esa hora lograron echar un bote al agua; fueron ellos los que encontró el poblador que izó la bandera al revés.

Germán Bravo Valdivieso
Historiador







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