En Chile se Vive un Auténtico Terrorismo Doméstico.
Diario de mujer
Nuestra sociedad chilena es cómplice de las muertes de mujeres ocurridas con signos violentos, sin exagerar afirmo que estamos frente a un auténtico terrorismo doméstico.
Ante los dolorosos acontecimientos que están saliendo a la luz, me replanteo si es real la preocupación de nuestra sociedad Chilena ante tanta violencia, la que no deja de sorprendernos, porque las agresiones familiares no son un fenómeno producto de la actual sociedad, sino una maldición que ha estado presente siempre en miles de familias chilenas; reitero todos sabemos de algún caso de malos tratos, sea en el entorno social como el familiar pero se silencia con la siniestra justificación que la violencia doméstica es un asunto privado y que en peleas de otros no debemos meternos.
A esta nuestra sociedad chilena aquella la tan exitosa parece hoy está dormida frente a la violencia en contra de las mujeres, porque es deber moral y ético comprometrese con quienes están sufriendo desgarradores hechos violentos, hay que mecerla y despertarla, emplazarle sin miedos ni titubeos que tenga la misma consecuencia en cuanto a la capacidad de réplica que, ventajosamente, se manifiesta colectivamente cuando se pronuncia alzando las voces para presionar en positivo cuando se produce un acto delincuencial, salarios injustos, problemas de transportes , educación o de terrorismo político, emergencias ambientales, etc.,etc., y que reconozca su sensibilidad ante este problema que nos concierne a todos y todas, este doloroso asunto mata en vida (violencia sicologica, sexual) es las que nos atraviesa de lado a lado a lo largo y a lo ancho, y tomemos la responsabilidad que nos atañe como comunidad y se prevenga y se denuncie a tiempo,se den soluciones concretas evitando más agresiones y muertes de mujeres chilenas.
Desterrando mitos.
Este un medio posible para comprender por qué se necesita parar esto y descontinuar estos signos de terrorismo doméstico, algunos mitos son:
que la violencia surge del agresor porque padece un trastorno mental o es adicto ; cuando se habla que el hecho se originó por la propia naturaleza de la mujer, que “ busca, que provoca, que manipula, que es fregada.., no seguir justificando la violencia por circunstancias externas como estrés laboral, cesantía,los típic os problemas económicos, desmitificar que la violencia nace de los celos (“mal llamado crimen pasional”), o por la incapacidad del agresor para controlar sus impulsos, etc. Estamos tan llenos de tradiciones machistas y sexistas aceptadas socialmente. Cuánto de nosotros/as sabemos que es así, quien diga lo contrario está mintiendo, falseando a la verdad.
Existe la concepción generalizada que estas víctimas y sus victimarios son parejas mal avenidas (“ no falta el que cuenta que siempre estaban peleando y discutiendo”), que son parejas de bajo nivel sociocultural y económico.
Es decir, ellos son muy muy diferentes a “nosotros”, por lo que se supone nunca nos sucederá a nosotros por lo que “estamos a salvo”.
Estas justificaciones no conducen a resguardar los derechos humanos de las mujeres en Chile sino que aminoran y deslindan de responsabilidad al victimario, asimismo la sociedad también evade su compromiso y no asume que para ayudar hay que jugarsela por la prevención y luchar contra este problema cultural.
Carol Crisosto.
violencia de género,sociedad,politica,Chile,DDHH
Cada vez que se ejerce violencia contra las mujeres, no sólo se violenta un cuerpo y una subjetividad, sino que se atenta contra los derechos humanos, la libertad, la autonomía, las oportunidades y la ciudadanía de las mujeres. La violencia de género trae impactos innegables sociales, culturales y políticos sobre las economías y el desarrollo de los países. (eclac.org)
Nuestra sociedad chilena es cómplice de las muertes de mujeres ocurridas con signos violentos, sin exagerar afirmo que estamos frente a un auténtico terrorismo doméstico.Ante los dolorosos acontecimientos que están saliendo a la luz, me replanteo si es real la preocupación de nuestra sociedad Chilena ante tanta violencia, la que no deja de sorprendernos, porque las agresiones familiares no son un fenómeno producto de la actual sociedad, sino una maldición que ha estado presente siempre en miles de familias chilenas; reitero todos sabemos de algún caso de malos tratos, sea en el entorno social como el familiar pero se silencia con la siniestra justificación que la violencia doméstica es un asunto privado y que en peleas de otros no debemos meternos.
A esta nuestra sociedad chilena aquella la tan exitosa parece hoy está dormida frente a la violencia en contra de las mujeres, porque es deber moral y ético comprometrese con quienes están sufriendo desgarradores hechos violentos, hay que mecerla y despertarla, emplazarle sin miedos ni titubeos que tenga la misma consecuencia en cuanto a la capacidad de réplica que, ventajosamente, se manifiesta colectivamente cuando se pronuncia alzando las voces para presionar en positivo cuando se produce un acto delincuencial, salarios injustos, problemas de transportes , educación o de terrorismo político, emergencias ambientales, etc.,etc., y que reconozca su sensibilidad ante este problema que nos concierne a todos y todas, este doloroso asunto mata en vida (violencia sicologica, sexual) es las que nos atraviesa de lado a lado a lo largo y a lo ancho, y tomemos la responsabilidad que nos atañe como comunidad y se prevenga y se denuncie a tiempo,se den soluciones concretas evitando más agresiones y muertes de mujeres chilenas.
Desterrando mitos.
Este un medio posible para comprender por qué se necesita parar esto y descontinuar estos signos de terrorismo doméstico, algunos mitos son:
que la violencia surge del agresor porque padece un trastorno mental o es adicto ; cuando se habla que el hecho se originó por la propia naturaleza de la mujer, que “ busca, que provoca, que manipula, que es fregada.., no seguir justificando la violencia por circunstancias externas como estrés laboral, cesantía,los típic os problemas económicos, desmitificar que la violencia nace de los celos (“mal llamado crimen pasional”), o por la incapacidad del agresor para controlar sus impulsos, etc. Estamos tan llenos de tradiciones machistas y sexistas aceptadas socialmente. Cuánto de nosotros/as sabemos que es así, quien diga lo contrario está mintiendo, falseando a la verdad.
Existe la concepción generalizada que estas víctimas y sus victimarios son parejas mal avenidas (“ no falta el que cuenta que siempre estaban peleando y discutiendo”), que son parejas de bajo nivel sociocultural y económico.
Es decir, ellos son muy muy diferentes a “nosotros”, por lo que se supone nunca nos sucederá a nosotros por lo que “estamos a salvo”.
Estas justificaciones no conducen a resguardar los derechos humanos de las mujeres en Chile sino que aminoran y deslindan de responsabilidad al victimario, asimismo la sociedad también evade su compromiso y no asume que para ayudar hay que jugarsela por la prevención y luchar contra este problema cultural.
Carol Crisosto.
violencia de género,sociedad,politica,Chile,DDHH
