No hay navidad cristiana sin hablar de la palabra de Dios, y no hay palabra de Dios sin hablar de justicia.

Karl Rahner dijo una vez que "el hombre surge cuando Dios quiere ser no sólo Dios". Boff habla de Jesús de Nazaret así: "así de humano sólo puede ser Dios". Hoy se ve cómo renace siempre ese misterio de la vida, el misterio de Dios, allí donde hay un gran amor.
Navidad invita a pensarnos desde el misterio de Dios. Y esta gran audacia de los creyentes es solo posible por una audacia mayor, el mensaje de navidad: Dios puede -y tiene que- ser pensado desde lo humano, porque, antes, decidió "empequeñecerse" y mostrarse en un ser humano como todos nosotros, Jesús de Nazaret.
Feliz Natividad.
Carol Crisosto



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