Tu SIDA mi rebeldía y tu resignación.



Han pasado siete años en que te he acompañado hemos compartido juntas muchas tardes tan claras como oscuras.
Hoy te he contemplado y por primera vez durante este tiempo percibo que no estás mejor que ayer
tu aspecto de niña frágil mezcla de mujer sufriente y madre en crucifixión hace que me apegue a ti pidiendo fuertemente “ no te vayas” te digo cuídate
Me gritas que ya no te importa mucho y que te lo dicen siempre, luego contestas - sí me cuidaré-.

Me rebelo te quiero viva.
Como he de reclamarte que has hecho con tu vida si has sobrellevado tanto dolor se de tus grandes rebeliones frente a este padecimiento con el VIH y te entregas a ella con resignación.
Has ganado muchas batallas a la hermana muerte sin embargo precisamente hoy me dices de tu cansancio que la lucha te hace más débil.



Cada vez estás más delgada, tu piel se reseca día a día, está enjuta y amarillenta, no se cómo logras mantenerte en pie.
Me dices te falta agua que tomarás líquido pero la fuerza ni la voluntad te acompaña.
Me has asustado no se como ayudarte pareciera que este acompañamiento y cariño es insuficiente que no basta el amor de tu familia o el de tus amistades pero agregas que te sientes amada sin embargo esperabas más de la vida.
Claro que sí y quien no.
Me emociona el afecto que me tienes y me nombras que soy tu amiga. Yo enmudezco no merezco tanto .

Haces creerme que no te preocupa la muerte asimismo ni la vida que simplemente resistes para acompañar a tus hijos que sobrevives sin futuro ni presente.

Estás ahí parada en el camino y me acerco, tomo tu cruz y descansamos un rato.
Me repites que dejaste de vivir cuando te anunciaron que habias sido contagiada del VIH llevas 13 años no obstante manifiestas claros síntomas de tu inmunodeficiencia hoy.

Te entiendo, me expresas que no quieres tomar más remedios, y que la triterapia te tiene aburrida. Pero vuelvo a la carga te suplico una vez más que la continúes.
Pero quién soy yo para indicarte lo que tienes que hacer si sabes perfectamente que quieres y te está sucediendo.
Pareciera que me anuncias hoy de tu pronta partida.
Cruda realidad acercarse a la muerte se de tus miedos y que no quieres aun marcharte de esta tierra menos lo deseo yo.
Suena paradójico querida amiga que te diga asi es la vida... me callo internalizo mi rebeldía te abrazo esperando volver a verte.

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