Leonardo Boff en Chile

Cuando Leonardo Boff en Chile  dió su conferencia en la Factoría de la Arcis, el diario El Mercurio se dedicó a desvirtuar el contenido de lo dicho por este teólogo de la Liberación; así lo creímos muchos de los que nos encontrábamos ahí, al leer el domingo en el cuerpo D página 23 lo comentado.     
Hoy expongo lo reflexionado por el sacerdote jesuita José Aldunate contando esta situación.



Leonardo Boff, teólogo de la Liberación reconocido en todo el mundo, visitó hace poco nuestro país. Un diario le dedicó a la visita una página, con un artículo que estaba encabezado con el título "El ex cura que dividió las aguas del Episcopado chileno" (El Mercurio, 31/08/2008). Este artículo nos pareció desinformado e irrespetuoso. Queremos poner las cosas en su sitio. Leonardo Boff -lo hemos dicho- es un reconocido exponente de la Teología de la Liberación y esta teología se merece el mayor respeto por varias razones.

Primero, esta teología representa la aplicación del Concilio Vaticano Segundo para América Latina. Como tal fue acogida por todo el Episcopado Latinoamericano en la Conferencia de Medellín (1968). En segundo lugar, esa teología recoge la mejor tradición de la Iglesia Católica defensora de los indígenas ante los abusos de la Conquista y la Colonia, a partir del obispo Bartolomé de las Casas (1508); así, levanta actualmente la consigna de "opción por los pobres". En tercer término, ella ha sido adoptada por excelentes teólogos del continente y reconocida en Europa. Se han editado innumerables artículos y libros. Nos excede dar nombres y títulos.

Es cierto que sobrevino un período de incomprensión y sospecha, sobre todo con Juan Pablo II. Interpretó el enfoque práctico de esta teología, no ajena al Vaticano II, como resultante de un influjo marxista y revolucionario. Sin embargo, en la década del 80 se aclararon las cosas y la misma Doctrina Social de la Iglesia se benefició con posiciones de la teología latinoamericana (encíclica "Solicitudo Rei Socialis"). Con todo, hay que admitir que permanecen resabios de desconfianza y sospechas no sólo entre los obispos latinoamericanos, sino en la Curia Vaticana, como se vio a propósito de la última Conferencia Episcopal que se reunió en Aparecida.

Boff, siendo franciscano, fue acosado por autoridades que le prohibían enseñar y editar. Dejó la orden y el sacerdocio, con aprobación del Vaticano, que le dispensó de sus votos, pero siguió trabajando como católico. Lleva publicados numerosos libros, algunos verdaderas joyas de espiritualidad, como "Hablemos de la otra vida". Si en ocasiones critica a la Iglesia Católica, como se queja un obispo chileno en la mentada página del diario referido, lo hace con respeto y como una contribución al bien de ella. Ojalá que los laicos nos ayudaran más con sus críticas a leer los "signos de los tiempos".

Y ojalá que los periodistas que escriben sobre ese diario, al tocar los temas de Iglesia, estén mejor informados sobre todo cuando el asunto pide más respeto por las personas y más profundidad.

José Aldunate s.j.

Fuente: La Nación

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