El político ha de ser un hombre de estudio, “consagrado” a su cargo, lo que tenemos tanto más derecho de pedir y aún de exigir


El político ha de ser un hombre de estudio, “consagrado” a su cargo, lo que tenemos tanto más derecho de pedir y aún de exigir cuanto ahora todos los políticos están altamente, por lo menos suficientemente, remunerados. Y si por sus preocupaciones personales, por sus negocios, no tienen tiempo de “estudiar”, de “consagrarse a la patria”, que no entren a la política, pues una actuación descuidada significa traicionar a la patria en momentos muy graves.

San Alberto Hurtado y La responsabilidad política


La responsabilidad política

Aquellos que han buscado, o al menos han aceptado la responsabilidad de los destinos del país, tienen una responsabilidad, la mayor de todas, porque es la más extensa; abarca a todos los ciudadanos y todas sus necesidades. ¿Se dan cuenta de ordinario los políticos de la responsabilidad de su cargo? Uno puede dudarlo... ¡Con qué fervor hacen promesas de consagración a la patria y a sus intereses que se olvidan al día siguiente de la elección!

Muchos van a la política para brillar, para surgir, para destacarse: motivos pobres. Otros para defender intereses de un gremio obrero o capitalista, o lo que es más triste todavía, puramente personales; para disfrutar de una influencia que se puede hacer pagar, motivo indigno y bochornoso. Otros van a defender los intereses de su partido, un motivo justo pero insuficiente, porque sobre los intereses del partido están los intereses nacionales. Otros, Dios quiera que sean muchos, van a la política para servir al país.

El político ha de ser un hombre de estudio, “consagrado” a su cargo, lo que tenemos tanto más derecho de pedir y aún de exigir cuanto ahora todos los políticos están altamente, por lo menos suficientemente, remunerados. Y si por sus preocupaciones personales, por sus negocios, no tienen tiempo de “estudiar”, de “consagrarse a la patria”, que no entren a la política, pues una actuación descuidada significa traicionar a la patria en momentos muy graves. La política tiene una función social y, precisamente porque los políticos están más altamente colocados, porque tienen una labor directiva, de ellos ha de venir al país un ejemplo de moralidad privada y pública, de honradez, de sobriedad de vida, de trabajo, de consagración al bienestar nacional.

San Alberto Hurtado, s.j.

DIARIO LA NACION CHILE : Esta carta es publicada a modo de conmemoración de los tres años desde la canonización de San Alberto Hurtado, en 2005 en El Vaticano

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