El estigma y la discriminación hacia las personas con VIH/SIDA



La discriminación existente contra los y las portadoras del virus V.I.H. y los y las enfermas de S.I.D.A. está estrechamente ligado con el miedo que provoca por su relación con la muerte



¿Cuántas personas saben si hay cercanos que posean el virus o soporten el síndrome?

Al responder sabremos que ésta es el signo más claro de discernir qué tan insondable es el rechazo hacia las personas infectadas.
"Los involucrados optan no decirlo por vergüenza al rechazo", entonces, es claro que son mínimos los casos que son conocidos en nuestro círculo

La exclusión contra los portadores del virus y los enfermos de sida está profundamente relacionada con el miedo, la aprehensión y entendimiento que provoca el mal por su relación con la muerte –como en sus tiempos indujo la lepra o la tuberculosis–; con el desconocimiento e inexperiencia de las formas de transmisión y con el gravamen moral que incurre relativo al VIH y el sida, que aún se vincula a "faltas sexuales graves".

Como establece el informe Comprensión y respuesta al estigma y a la discriminación por el VIH/sida en el sector salud, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
"a menudo se cree que las personas con VIH/sida se ganan lo que les ha ocurrido por haber hecho algo malo".El escenario real es que el síndrome puede afectar a cualquiera de nosotras.

“Si supiéramos cuantas son las veces que nos ha tocado escuchar las frases de asombro e incredulidad frente a este puñal a la vida diciéndonos ‘yo no pensé que eso me iba a ocurrir a mí’. –“Pero ocurrió".


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