Acerca de la Teología y las Mujeres

Comparto mi experiencia vivida en la XX Semana Teología para Mujeres, espero sus comentarios, Carol
Esta columna fue publicada hoy con el título Las mujeres y la Teología
para el Observatorio Género y Equidad.

A veces me pregunto ¿cuándo llegará ese día en donde todas y todos podremos sentarnos a la mesa ofrecida por Nuestro Señor Jesucristo sin exclusiones?.
Hace una tuve la oportunidad de asistir a la 20º versión de la semana “Teología para Mujeres” en la Casa de la Hermanas de la Providencia que era organizada por el Centro Ecuménico Diego de Medellín.
La verdad quedé gratamente impresionada de las jornadas allí vividas. Éramos un grupo selecto de mujeres de diferentes credos y nacionalidades, también religiosas y laicas, un abanico de mujeres en la lucha por el movimiento Teológico Feminista
Estar ahí, durante tres días alimentándome del quehacer teológico de las mujeres, me sigue refirmando que, en todo tipo de religiones, sigue existiendo la violencia contra las mujeres. Constaté el claro sesgo patriarcal y machista en la estructuras de las instituciones, la mala enseñanza bíblica que pone a cada una de nosotras en un rango inferior.
¿Cómo explicar que estoy con ellas, con cada una de nosotras, en este quehacer teológico donde a muchas dentro de la Iglesia, especialmente en la mía, la Católica, se sigue volviendo invisibles las mujeres?.
¿Acaso no es cierto que en la actualidad, ni nunca, hemos tenido ingerencia en las decisiones que toma la Iglesia sin consultarnos?, no tenemos voz ni voto dentro de ella, lamento que exista, a modo soterrado, una persecución para quien alce la voz y reclame sus legítimos derechos en este caminar cristiano.
Pero así y todo me doy cuenta que han pasado 20 años de que estas mujeres luchadoras, cristianas, insurgentes y rebeldes se atrevieron a desafiar a sus iglesias para querer cambiar el mundo, que tantas consecuencias nefastas nos ha traído. Escuchar el dolor de todas aquellas mujeres que han sido apartadas y han sido excluidas por sus obispos, pastores y directores espirituales considerándolas bichos raros que hay que eliminar a toda costa, porque sus inquietudes son un escándalo. Pero cada piedra que se nos tira sigue crucificando a todas las mujeres como un Cristo viviente.
Parece increíble, pero así es. Cada mujer es el reflejo exacto de Cristo en la Cruz. Con los brazos abiertos para aceptar todo lo que la sociedad tiene en nuestra contra y las piernas cruzadas sin poder tomar decisiones en temas absolutamente femeninos.
Aprendí lo valioso que es ser una mujer creyente y feminista, pues entiendo su valentía a modo profético. Creer en fidelidad que la evangelización se verá enriquecida con el aporte de las mujeres propiamente tal, el Reinado de Dios se hará posible si es vivido y transmitido con el testimonio de Iglesia en la que compartan en igualdad fraterna mujeres y varones lo que hoy no se da. Me angustia este silencio de las estructuras, no hay diálogo, se nos tiene en la mira hasta les puedo afirmar que hay gran signo de negatividad a lo que las mujeres cristianas están pensando; como si nosotras fuésemos raíces de todos males.
Tengan siempre presente que toda forma de discriminación debe ser eliminada puesto que es contraria al plan de Dios. Los movimientos femeninos se alimentan justamente de esa injusticia social. De la necesidad de diálogo que aspira a crear una sociedad nueva, que tenga rostro femenino y masculino en un clima de verdadera tolerancia y respeto.
Y Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza y ese es el mensaje, esta minimización e ignominia debe parar, ¡ahora!.

Carol Crisosto Cádiz

Manejo el blog “El Diario de Carolonline” reconocido en el año 2007 por la Revista Que pasa como uno de los mejores blogs nacionales.

Estudiante del Diplomado en Estudios Teológicos UCSC
Comunidad SSCC Concepción























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