“La única iglesia que ilumina es la que arde”

Esta mañana leía en "La Biobio ", comentarios acerca de una noticia que causaba "escándalo" por lo que decía, adjunto fotos del hecho.
La gente comentaba en ese medio tales fotos, se sintieron horrorizadas por el rayado de pared, otras insultaban abiertamente lo que ella representa en la actualidad, dicho sea de paso, todos anónimos como si escribir con nombre y apellido fuese delito,
pues ante lo que reza el muro no me queda más que las ganas de completar dicha oración:

“La única Iglesia que ilumina es la que arde” y que se derrite de amor... por los marginados y despreciados de este mundo: los pobres, los sin trabajo, los sin techo, los enfermos mentales, los privados de libertad física y mental, los opresores, los homosexuales, los enfermos de Sida, los niños explotados, al que piensa distinto, a todos quienes apuntamos con un dedo y más.


Sin duda palabras que provocan e interpelan desde quienes son invisibles a la sociedad; y esta situación es algo que la Iglesia debe transformar claramente corresponde a la realidad actual del mundo; Me puse a soñar como sería esta Iglesia inclusiva donde todos fuesemos iguales... pero hay que despertar y el zamarreo no es poco, soy de las que espera mayor apertura de ella "nuestra Iglesia" siempre con los ojos fijos en Jesús, clave para querer transformar y movilizar la rígidez en que se ubica, una que muchas veces omite que Dios es un Dios de vida para todos y no para algunos, y hacerlo desde una Teología de la Liberación como "Intellectus amoris" es otra cosa que abraza mi mente.