"LA INSPIRACIÓN CRISTIANA DE LA POLÍTICA "Esteban Gumucio
Todos los grandes amores en los que los cristianos ponemos en juego nuestra fe, están sumergidos en la ambigüedad. Como la ambigüedad del amor conyugal. El amor gratuito es ideal y lucha, la experiencia nuestra es 1a de un amor con heridas o por 1o menos rasguños. Hasta el amor paterno y materno tiene su ambigüedad. ¿Es ansia de poder? ¿Es acaparamiento? ¿Es satisfacción egoísta? En el amor, como en el arte y la cultura, puede haber vanidad, envidia, avaricia. Somos limitados y pecadores. Así también es el amor a la Polis, la civilidad: la política es un amor a la comunidad: el objeto de la política es el Bien Común. Y es también ambigua. El cristiano tiene que amar el Bien Común, sin el cual, se redobla la ambigüedad de los demás amores. Es esa nuestra condición humana, tejida de ambigüedades. Maldecir a 1a política, colocarse entre los intocables que no quieren ensuciarse, es matricularse en la sociedad de las vírgenes... Son precisamente los que pretenden ser angélicos, no contamina...